"Quiero excederme" l Catalina Andonie
“Quiero excederme”
Catalina Andonie
26 de Mayo hasta 7 de Julio 2022
Seré tu Espejo
“Pensar la escultura como práctica contemporánea, trae consigo algunos cuestionamientos que casi siempre se repiten. Sobretodo cuando el objeto se destaca por su forma más que por otra característica. Y si a mi me genera dudas, para la gente que practica la escultura debe ser una paradoja compleja.
¿Cómo darle protagonismo a una obra solo por su forma? ¿Cómo enfrentar la inmediata interpretación de una obra a través su similitud con la infinitud de objetos que ya existe en el cotidiano? O bien, ¿cómo darle una intención a una escultura para que no refiera inmediatamente a algo que ya conocemos?
Siempre he pensado que la esculturas de Catalina Andonie son deudoras de su curiosidad y su capacidad de asombro por formas y técnicas que con el paso del tiempo logran pasar desapercibidas. Proyectos arquitectónicos utópicos, herramientas obsoletas, técnicas pedestres, estilos pasados de moda, etc.
Los objetos que componen “Quiero Excederme” comparten una misma metodología. Catalina se interesa en algo, se sumerge en sus relatos, y lo traslada a su presente dándole nuevas vigencias a esas cosas que ya no tienen un lugar estable en el mundo. No creo que tenga mucho que ver con algún tipo de reacción nostálgica o heroica, sino más bien con una inconformidad desencadenada por la ausencia de belleza en un mundo que busca lo eficiente. Me gusta pensar que el trabajo artístico de Catalina tiene mucho más relación con la figura de la coleccionista que con la idea romántica del artista creador. Walter Benjamin una vez manifestó que solo un coleccionista puede liberar a los objetos de su utilidad. Pero para poder ejecutarlo hay que hacerse parte del mundo, como Diógenes, y convertir en motor principal del cotidiano la recolección de objetos valiosos. Puedo dar fe de esto.
Según lo anterior, todo indica que “las cosas” tienen mucho más que ofrecer que su utilidad o sus características estéticas. Es decir, los objetos no solo tienen vigencia porque son útiles o bellas, sino también porque cumplen un rol fundamental en nuestra forma de reconocernos en el mundo. Hay cierta capacidad de las cosas que nos permiten reflejarnos en ellas. Me atrevería a decir que Catalina colecciona objetos en los que ella misma y nosotros podamos reflejarnos. Quizás con los objetos que hay en esta exposición, podemos excedernos al reencontrarnos con la imagen de nuestra propia materialidad más allá de nuestro cuerpo, en cosas como vidrios, metales o piedras. En este reflejo se genera una alianza entre nuestra materialidad y otra que no nos pertenece. Se mezcla nuestra piel con la piel de lo ajeno.
No puedo hacerme cargo de lo que Catalina piensa cuando ejecuta estas esculturas, o objetos, o cosas, dígale como más le acomode. Pero puedo percibir una suerte de admiración por aquellas presencias inertes. Hito Steyerl dice algo así como “al soltar la energía contenida en ellas, las cosas se convierten en colegas, amigos e incluso amantes”. La frase: “quiero excederme”, también sugiere la idea de que existe una potencia contenida en las cosas y que además reside como una amenaza a hacerse parte de otros mundos. La potencia se entiende en este caso como esa dimensión invisible que le da la posibilidad a un objeto de existir y reclamar su presencia, más allá de sí mismo, en el espacio. Los objetos definen al sujeto, y no viceversa, es a propósito de su capacidad constructiva que podemos existir y reconocernos.
Me gustaría saber con exactitud qué tenemos en común con las cosas y hasta qué punto esta alianza me favorece. Es un deseo ambivalente, porque al mismo tiempo, algo me hace pensar que no debería enterarme de mi equivalencia con las cosas. Perdería voluntad. Me perdería en el exceso. Pensemos mejor que estas preguntas son una advertencia para no vernos tanto en las otras cosas. Así como estas esculturas resistieron al olvido, por ser esencialmente únicas. Nosotros también podemos.”
- Sergio Soto Maulen