"La Casa Simbólica" Paula Toto Blake
La ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina, posee una génesis fundacional cautivante. A diferencia de otras ciudades de Argentina, cuyo cuneo fundante se inscribe en matrices cruzadas entre la administración virreinal e iconologías clericales, La Plata evidencia un tejido urbano cuya traza estructural es un símbolo masón. Proyectada con instrumentos de precisión, el compás, la escuadra, el nivel, la plomada, su diseño pertenece a una conciencia de época, progresista, y de logia masónica, de valores éticos, políticos y sociales no clericales e ilustrados.
La obra de Paula Toto Blake, que se presenta hoy en la Aninat Galería, parte de una investigación exhaustiva sobre la ciudad de La Plata, de su pasado fundacional, masónico. Esta génesis, sostenida por valores del progreso ilustrado, a fines del Siglo XIX, se contrapone a la experiencia de la destrucción sufrida en la ciudad por la inundación de 2013, que dejó a La Plata en un estado de desolación y rabia por la responsabilidad de la administración estatal en esta tragedia.
Un pasado moderno repleto de simbologías y de iconografía masónica. Un presente marcado por la catástrofe y la desolación. La dualidad de las imágenes se muestra casi como oxímoron. Paradojas entre lo que perdura y lo que cae; entre el monumento, como símbolo de autoridad de la HIstoria, y el anti-monumento, como necesidad de volver a memorias y experiencias singulares. La traza simbólica masónica se superpone a las imágenes fotográficas de monumentos, íconos del poder y del saber. El tejido informe de la destrucción se advierte en este procedimiento dual que realiza la artista: los mismos edificios son transformados en anti-monumentos y ponen en evidencian sus propias fisuras.Las imágenes funcionan así como dispositivos: son entramados complejos de signos de poder (edificios clave en la conformación de la autoridad institucional, política, académica), y de lugares de saber (el conocimiento como núcleo preponderante en la actividad masónica, la hegemonía de los discursos científicos…).