“El levantamiento de la sombra”
Fernanda López
Inauguración: 23 de marzo | 18:00 pm
Fernanda López inaugura “El levantamiento de la sombra” en Aninat Galería, con un cuerpo de obras recientes resultado de un proceso de investigación en torno al concepto de liminalidad en el sujeto, específicamente desde la transformación corporal y mental de la enfermedad a la sanación.
El mal de espanto, (presente en el folklor hispanoamericano) en donde producto de una gran impresión el individuo padece la pérdida de su alma, es el punto de partida para el desarrollo de diversos objetos ideados por la artista como dispositivos de curación “para reactivar la extinción lumínica del alma”, según sus propias palabras.
Tres piezas textiles conforman el eje de “El levantamiento de la sombra”, conceptualizadas a partir de las geometrías sagradas de culturas ancestrales tales cómo la hebrea, el budismo y la cultura paraca, generando una narrativa rica en paralelismos y sincretismos culturales.
En este viaje liminal Fernanda lleva a escena cada pieza textil en un paisaje natural diferente y sobrecogedor, integrando con este gesto a las fuerzas de la naturaleza en sus procesos de creación.
La pieza “El Simiente” se conforma bajo la geometría sagrada de la semilla de la vida, símbolo vinculado a la creación, similar al proceder de la célula en sus 7 primeros días de multiplicación. La obra textil ha sido teñida con cúrcuma y tierra, remitiendo al lugar donde se origina y desvanece la vida, así cómo la acción desarrollada vincula con la cultura peruana Paraca, en donde se enterraba a los muertos en capas tejidas superpuestas para concebir los cadáveres como semillas.
“La Muda” se asocia al cubo de Metatrón, símbolo cabalístico de protección y contención. La pieza recoge la penumbra de la lavanda por medio del proceso de cianotipia, en donde el azul remite a la inmortalidad y a lo sagrado. La acción desarrollada a partir de esta obra remite al proceso intermedio de la sanación.
“El Desvanecimiento” se conforma bajo la geometría sagrada del árbol de la vida, símbolo vinculado a la unión del cosmos, en este caso a la unión del anima. Su guión performático es una metáfora del proceso final de la sanación.
“El levantamiento de la sombra” pretende interpelar al espectador para generar reflexiones que transiten por sus más íntimos procesos de sanación, especialmente luego de los acontecimientos pandémicos recientes.
“Y quedé atravesada en el silencio.
Pausa producida por la inexistencia de contaminación acústica generada por vehículos. Escucho las pisadas de quienes pasean a sus perros, y sus murmullos de ternura al hablar. Escucho los susurros de quienes conversan con sus plantas. Y vuelvo a preguntarme por el vacío, si éste es sinónimo de soledad. Vacío sería ausencia y ausencia soledad.
Y quedé atravesada en la umbra citadina.
Donde sólo la memoria me permite volver al punto de origen.”
Extracto de libro de artista “Penumbra”
Fernanda López (Santiago, 1991), artista visual, Licenciada en Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su trabajo ha girado en torno a cuestionamientos que surgen entre el sujeto y el contexto cultural, social y político que habita.
Ha participado en diversas exposiciones, dentro de las cuales se destacan individuales como “ADN Mitocondrial” en el Museo Nahim Isaias, Guayaquil, Ecuador (2018), “Tiempo suspendido” en Centro Cultural Espacio Matta (2017), “Sísifo” en Corporación Cultural Las Condes (2016) y “(Des)confecciones” en Espacio Vilches (2014); exhibiciones bipersonales como “TRAMAS TEXTUALES” en Factoría de Arte Santa Rosa (2018); y colectivas como “Premio Municipal Artes Visuales Talento Joven” en Galería de Arte Posada el Corregidor (2018), “Diagnóstico Terminal - Gigantes y Derivas” curada por Hernán Pacurucu, VHB y Olmedo Alvarado, en la ciudad de Cuenca, Ecuador (2018), “Premio Municipal Artes Visuales Talento Joven” en Galería de Arte Posada el Corregidor (2015), “Umbrales” en Galería de Arte y Sala Blanca (2015), “IX Premio de Arte Joven MAVI/Minera Escondida” en Museo de Artes Visuales MAVI (2015) y “II Concurso Universitario Arte Joven”, en Museo de Arte Contemporáneo MAC (2011) y ha participado en la Xo Bienal SIART Bolivia 2018, La Paz Bolivia (2018). Ha obtenido distintos premios, entre ellos, Mención Honrosa Género Instalación en los Premios Municipales de Santiago (2018), Mención Honrosa Género Video Arte en los Premios Municipales de Santiago (2015), Mención Honrosa en el IX Premio de Arte Joven MAVI/Minera Escondida (2015) y Primer lugar en el III Concurso de Arte joven Artefacto (2014). Ha sido seleccionada para participar en residencias tales como “Fiestas, Cofradías y Desierto: Residencia La Tirana”, Región de Tarapacá, Chile (2013) y “Desiertos intervenidos II”, conducida por Juan Castillo bajo eL contexto de SACO6, Antofagasta, Chile (2018). Ha participado como co-curadora en distintos proyectos expositivos como “Corpórea” desarrollado en el Centro Cultural de Coyhaique, Región de Aysén y “Defecto Ciudad”, en Universidad ARCIS, bajo la VIo Bienal Internacional de Performance DEFORMES.
TEXTOS CURATORIALES
“Qué hacer cuando el miedo se agazapa en la espalda y el peso relentiza la marcha (…)
El cuerpo se ha volcado a la oscuridad. Espera pacientemente su regeneración. Se retuerce en lo más oscuro de la sombra. En la densidad del silencio lo despierta su propio grito. Murmura un ritmo para no olvidar el tiempo. El cuerpo, quebrado por el horror, se pliega y se extiende para reecontrar la postura del alma. Vuelve a erguirse, avanza. Le pide al mar que el vaivén de sus olas regularice sus latidos y sane la arritmia del espanto. El agua lava sus cicatrices que brillan bajo la primera luz. El cuerpo se entrega al frío de la madrugada, a las piedras afiladas, al viento, al ardor de la sal. El cuerpo demuestra su fortaleza y, reestablecido, comienza su procesión en busca del alma. La llama despacio con percusiones suaves. La tienta con hierbas aromáticas. ¿Recordará el alma las antiguas canciones? Sigue sus huellas sobre el polvo, la encuentra allí donde fue desprendida de sí, donde aún se escucha el eco de su aullido (…)”
Kati Lincopil
“La exposición se titula como el ritual latinoamericano para sacarle el mal de espanto a alguien, ello consiste principalmente en la recomposición del alma de un sujeto, es decir, una persona ojeada está sin sombra –y por lo tanto alma–. Es curioso que la sombra, que para la tradición occidental encierra lo oscuro, prohibido, negado por el cuerpo luminoso, sea en la tradición popular el homólogo al espíritu.
Fernanda busca las relaciones culturales y materiales entre las tradiciones populares, los sujetos y ella misma como artista (…)
Así la artista por medio de textiles (cianotipos, teñidos o impregnados), acciones performáticas e instrumentos que exploran el ruido evocando lugares y estados (elaborados desde lo orgánico y lo aplicado), buscan probablemente un cuerpo (…)”
Matías Allende Contador